Caracas. Al borde de la medianoche del domingo pasado, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, informó por redes sociales que por tres vías distintas se advirtió al gobierno de Estados Unidos que grupos extremistas de la derecha venezolana han intentado colocar explosivos letales en su embajada en Caracas.
En mi condición de jefe de diálogo y paz de Venezuela, quiero anunciar que por tres vías distintas hemos advertido al gobierno de Estados Unidos de una grave amenaza: mediante una operación de falsa bandera preparada por sectores extremistas de la derecha local, se intentan colocar explosivos letales en la embajada de Venezuela, reza la nota divulgada por Rodríguez.
Asimismo, informó que se advirtió de estos hechos a la embajada de un país europeo para que se sirva comunicar de la gravedad de esta información a personal diplomático de Estados Unidos.
También dejó claro que, ante este escenario, el gobierno de Venezuela aumentó la vigilancia y protección de la sede diplomática, que tiene años prácticamente vacío, pues Caracas y Washington no tienen relaciones diplomáticas desde el año 2019.
En ese entonces, durante el primer mandato de Trump, la Casa Blanca se aventuró en el fracasado Plan Guaidó, con el que intentó legitimar a a Juan Guaidó como presidente interino para obligar al mundo a desconocer el gobierno de Nicolás Maduro y aislarlo como parte de su estrategia de máxima presión.
En agosto circuló por algunos medios de comunicación que la dirigente de la oposición extremista María Corina Machado podría estar oculta dentro del complejo que comprende la embajada de Estados Unidos en Caracas. La información, difundida por el medio digital LaIguana.tv que citó fuentes anónimas, sugería que desde allí Machado estaría dirigiendo varios atentados terroristas, como la colocación de explosivos en la Plaza Venezuela, acción frustrada el 8 de agosto por las autoridades.
Machado se estaría escudando en la inviolabilidad de las sedes diplomáticas para actuar con impunidad. Esta advertencia hecha por el gobierno bolivariano ha revivido la conseja de la supuesta permanencia de la dirigente opositora en el recinto.