El primer ministro de la provincia canadiense de Ontario, Doug Ford, advirtió que podría suspender las exportaciones de electricidad a Estados Unidos en represalia por los aranceles del 25% que el presidente Donald Trump impondrá a los productos canadienses a partir del 4 de marzo.

Si quieren tratar de aniquilar a Ontario, haré todo, incluso cortarles la energía con una sonrisa en mi rostro, declaró Ford durante una convención minera en Toronto. La medida, que podría afectar a varios estados de la Unión Americana que dependen de la energía canadiense, es parte de una serie de represalias que el gobierno provincial estudia aplicar.

El mandatario provincial aseguró que su administración igualará los aranceles estadounidenses dólar por dólar y enfatizó que Canadá debe responder con firmeza.
Dependen de nuestra energía. Necesitan sentir el dolor. Quieren atacarnos con fuerza, vamos a volver el doble de duro, afirmó.
Las declaraciones de Ford se producen en un momento de creciente tensión comercial en América del Norte, luego de que Trump confirmara que los aranceles entrarán en vigor sin posibilidad de negociación.
Medidas de represalia en consideración
Además de la posible suspensión de la exportación de electricidad, Ford reveló que su gobierno está considerando implementar la legislación Buy Ontario, que daría prioridad a los productos locales en las adquisiciones del gobierno. También adelantó que podría suspender envíos de níquel a Estados Unidos, lo que afectaría la manufactura de automóviles y otros sectores industriales clave.
Entre otras represalias en evaluación, el primer ministro mencionó:
La eliminación del alcohol estadounidense de los estantes de la Junta de Control de Licores de Ontario.
La cancelación de un contrato de 100 millones de dólares con SpaceX para la expansión de Internet en áreas remotas.
Un posible recargo a la electricidad exportada a Estados Unidos, según indicó el ministro de Energía, Stephen Lecce.
Mientras tanto, el presidente Trump justificó los aranceles alegando que Canadá y México han fallado en frenar el flujo de fentanilo y otras drogas hacia su país. Además, reiteró que las empresas automotrices deben trasladar su producción a territorio estadounidense si desean evitar los gravámenes.