José María Castañeda .-La comunidad de Amapa Carrizos fue escenario de una trágica colisión que dejó dos vidas arrebatadas y puso en el centro del debate la responsabilidad de los padres sobre el comportamiento de sus hijos menores de edad.

El accidente ocurrió cuando Aarón Barco Frausto, de tan solo 12 años, impactó su motocicleta contra otro motociclista, un trabajador agrícola de 34 años vecino del poblado Gavilán Grande. Aarón falleció en el lugar, precisamente el día en que hubiera cumplido 13 años, mientras que el hombre adulto sufrió la amputación de su pierna izquierda debido al impacto, lo que provocó que muriera desangrado por la gravedad de las heridas.

Según los testimonios, estos incidentes se están volviendo comunes entre los menores, quienes, con el consentimiento de sus padres, participan de manera irresponsable en carreras en carreteras sin considerar los riesgos para ellos mismos y para terceros.

En rueda de prensa, el presidente municipal Sergio González García, acompañado del Secretario Técnico Sergio Castillo Alfaro, abordó el tema de la irresponsabilidad de los padres de familia. Se anunció la implementación de medidas más severas para frenar estos comportamientos, incluyendo la detención de menores sorprendidos manejando motocicletas. Para liberar a los infractores, sus padres deberán acudir a rendir explicaciones, recibiendo una reprimenda sobre la gravedad de la situación.

Es inadmisible que los padres argumenten que los menores toman las motocicletas para actividades como comprar tacos a las dos de la madrugada. No nos mueve el interés de aplicar multas, sino la urgencia de evitar más muertes trágicas por estas irresponsabilidades. Padres de familia que permiten estas acciones no merecen tal calificativo, señalaron funcionarios municipales.

El caso de Aarón y del trabajador agrícola ha dejado una profunda huella en la comunidad, donde ahora se exige una reflexión urgente sobre la vigilancia y responsabilidad en la crianza de los menores para prevenir tragedias futuras.