Dicho por Rocha: Terapéutico lloriquear

José Guadalupe Rocha Esparza

22 / Agosto / 2024

Gimotear, lagrimar, lloriquear, plañir o sollozar intensamente por peligro, angustia o tristeza excesiva durante 40 minutos o más descarga tensiones y desasosiegos, permitiéndonos deshacernos de cantidades importantes de cortisol, un componente químico presente en las lágrimas. Este es un reflejo del estado emocional de la mente en el ser humano, la única especie que llora por motivos emocionales.

El Rui-katsu es una terapia japonesa de grupo que busca que veinte o treinta personas rompan a llorar durante la proyección de videos o cortometrajes con una elevada carga emotiva. Esta práctica aumenta el ritmo cardíaco de los japoneses y provoca el sonrojo de las mejillas. Los participantes salen despejados, aliviados y con una notable mejoría en su estado de ánimo.

Cuando observamos a otro llorar, se activan conductas de calidad humana que nos llevan a empatizar con la otra persona, algo vital para la vida social. Estas lágrimas son distintas de las basales, que mantienen la hidratación del ojo, o de las protectoras, que brotan ante agresiones del medio ambiente. Es saludable soltar el llanto, como dicen Los Ángeles Negros: Déjenme si estoy llorando.