CON PRECAUCIÓN: Los cargos plurinominales deben eliminarse ya

Por Sergio Mejía Cano

30 / Enero / 2024

Ahora con el reparto de los cargos plurinominales que se hicieron entre el PRI y el PAN, dejando de lado al PRD, vuelve a saltar a la palestra el tema de que se tienen que eliminar dichos puestos, pues si una vez se justificó su creación para que partidos minoritarios y algunos de ellos que se habían mantenido más bien en la clandestinidad, tuvieran su registro como partidos políticos y a la vez un puesto en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, al pasar el tiempo, pasó lo que tenía que pasar con todo lo que crea, hace y toca el hombre: se descompuso la esencia para lo que se habían creado los puestos de representación proporcional, ya que posteriormente ya no nada más dichos cargos legislativos se dieron a los partidos mayoritarios para que tuvieran voz y voto en la Cámara Baja, sino que se aumentó su número para entregarlos a los partidos mayoritarios y así entregar esos puestos a entes políticos condicionales de los que muchos de ellos no fueran capaces de ganar por el voto popular, pero que su presencia era necesaria en el Poder Legislativo para llevar la voz cantante y la línea a seguir.
Entre los designados ahora por el PRI a ocupar un cargo en el legislativo, está el sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien junto con Emilio Gamboa Patrón, ocuparon durante varios sexenios una curul y después de 1996, cuando se otorgaron plurinominales también el en Senado de la República, ambos, Beltrones Rivera y Gamboa Patrón se la pasaron brincando de una Cámara a otra sin parar y en la mayoría de los casos, si no es que en todos esos sexenios, fueron los dirigentes de sus bancadas priistas tanto en el Senado como en la Cámara de diputados, dando la línea que dictaba la mano que mece la cuna y cuidadito alguien se saliera de dicha línea.
Pero así como estos políticos del PRI estuvieron mamando del presupuesto cómodamente sin tener que ensuciarse los zapatos buscando el voto popular en días de campaña proselitista, también los ha habido en los demás partidos políticos que, como ahora, se les dan primeramente a los dirigentes de los partidos, así como a allegados, favorecidos y, desde luego, para pagar favores y cubrir algunas espaldas de los que se van a ocupar otros cargos y saltar a otra Cámara, para seguir siendo protegidos por el famoso fuero político que es, precisamente, para lo que ahora quieren ocupar esos cargos en ambas Cámaras legislativas.
Y a propósito del fuero político, este también se desvirtuó de tal manera que ahora ampara a la mayoría de los políticos y funcionarios tergiversando el espíritu para lo que fue creado este fuero: para que jamás le volviera a ocurrir a un diputado o senador lo que le ocurrió al senador por Chiapas, Belisario Domínguez Palencia, de quien se ha documentado en su muerte tuvo mucho que ver el dictador Victoriano Huerta Márquez, al haberlo acusado del asesinato del entonces presidente Francisco I. Madero y el vicepresidente José María Pino Suárez.
Debido a ello, el constituyente de 1916-1917 plasmó en la nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en vigor desde el 05 de febrero de 1917, en su artículo 61que en su primer párrafo señala que: Los diputados son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos y jamás podrán ser reconvenidos por ellas (). Y precisamente a este fuero constitucional se han estado apegando últimamente muchos de los políticos para protegerse de acusaciones de supuestos malos actos tanto en su vida política como personal, tal y como ahora son muy cuestionados varios de los que ya se apuntaron o los designaron para ocupar un cargo plurinominal, simple y sencillamente ampararse por posibles órdenes de aprehensión y por aquello de no te entumas, pues no vaya siendo y en la torre mi general.
Y tan desvirtuado está hoy en día este fuero constitucional que se extendió a la mayoría o todos de quienes ocupan cargos públicos y no nada más para diputados y senadores; y más desvirtuado aún, porque muchos de quienes están amparados por este fuero piensan o creen que los protege hasta para no ser sancionados por orinar en la vía pública o para evadir la justicia en caso de cometer algún delito, omitiendo de tal manera que el fuero esencialmente protege nada más a los legisladores por lo que hagan y digan en tribuna y no por atropellar a alguien en la calle o por conducir en estado de embriaguez o hasta para poder portar un arma de fuego, etcétera.
Por eso y más, deben de desaparecer las plurinominales.
Sea pues. Vale.