No levantan las reuniones que realiza el Ing. Arah Valenzuela

10 / Agosto / 2023

José María Castañeda

De acuerdo a las versiones que corren en Santiago, muchos son los que aseguran que la campaña que lleva a cabo el Villa Hidalguense Arah Valenzuela, no levanta pese al empeño que en la misma ha puesto el delegado nacional del programa Bienestar, Pavel Jarero Velázquez, quien es el que a trasmano maneja el affaire.

Arah Valenzuela, es el mismo personaje que en el periodo administrativo de Jarero Velázquez, tuvo a su cargo el departamento de Coplademun, donde ganó notoriedad al verse envuelto en un lio de faldas con una de sus secretarias, donde la situación alcanzó el clímax, cuando la esposa del ahora aspirante a presidente municipal acudió a las oficinas del Coplademun, donde le pegó unas cachetadas guajoloteras a quien le estaba dando baje con el entrego; siendo, la comidilla de la semana el descontón que recibiera la otra.

En fin hoy el caso es otro, Arah Valenzuela apoyado en el grupo de Jarero, anda realizando visitas en las comunidades como fue el caso del ejido de Sentispac, donde hicieron acto de presencia y recientemente en los Vitrales y en Sentispac, la opinión de algunos lugareños fue en el sentido de que la reunión no levantó, no se hicieron compromisos, no hubo propuestas por lo que valió más que no hubieran venido dijeron Sentispaqueños.

En la reunión llevada a cabo en los Vitrales, ahí explicaron nuestras fuentes lo único que valió la pena fue el desayuno compuesto por chilaquiles y café, ya que al igual que no hubo propuestas, pues fue una reunión de amigos, igual que las que tenemos un día si y otro también, en el taller de Venegas, con la ventaja que con Venegas en lugar de café tomamos cerveza, en fin las opiniones en torno a las reuniones que ha realizado el Ing. Valenzuela, no han levantado, y es que estás se han concretado a ser como las reuniones del club de Tobi, veremos si en el tiempo que falta aún levanta, ya que si se trata de calificar ahorita parodiando el programa de Chabelo, le pondríamos una espantosa X.