Con nostalgia recordamos la fiesta del día del comerciante en mercado Héroes de la Revolución

04 / Agosto / 2023

José María Castañeda

Donde de nueva cuenta y como ya es una tradición desde hace por lo menos medio siglo, la tradicional fiesta del día del comerciante en el mercado Héroes de la Revolución o en el Caserón de Drácula o como usted amable lector tenga a bien llamarlo.

Cuando inicié mis primeros pasos como columnista de deportes en el desaparecido periódico la Voz de Santiago, que ya para entonces administraba José Luis el Pupú Sánchez Carvajal, allá por haciendo equipo con Juan Diego Ahumada Lara, Andrés Tarabay Amaral, el Profesor Roberto Arce Burgueño, Arturo Jiménez Soriano, José Cruz Ávila Camacho, y tantos y tantos que formaron el equipo de la Voz de Santiago, acudíamos a invitación que nos hacia el conocido tablajero José Luis el Pichuaco Covarrubias a la fiesta del día del comerciante, donde además se daban cita los políticos del momento como Alfredo Navarrete Casillas, Beto Altamirano, y se dice que hasta don Emilio M. González llegó a ir a la fiesta del mercado, obviamente el Pichuaco junto con esplendida esposa doña Irene Montero Delgado, quien era una experta en el arte culinario preparaban las mejores viandas para atender a los invitados que no eran pocos.

Recordar aquellas fiestas del día del comerciante me lleva a evocar aquellos grandes amigos que ese día todos se esmeraban por atender como se debía a sus invitados, recuerdo como Pillo Ramírez, sacaba un enorme cazo, donde carnitas chicharrones eran degustados con mucho agrado por los invitados y no invitados que al pasar metían la mano al cazo para agarrar un chicharrón o una carnita, otro excelente anfitrión era Cuco el pollero, aún que con Cuco había que saber llegar y cuando debías de retirarte por que ya bajo la influencia de las ambarinas sacaba a relucir lo mejor de su repertorio donde un perico alvadoreño enmudecía al escuchar el repertorio de Don Cuco Camarena.

En fin me es grato recordar aquella parte de mi vida donde al paso de las horas nos íbamos a refugiar al Bar los Delfines, otros a la cabaña de plano y otros a la selva de mi compadre Chava Mustafá Orozco, cabe hacer mención que muchos invitados y no invitados salían con jitomates, papas, calabacitas cebollas y todo lo que pudieran agarrar a su paso cuando ya iban de salida, todo era permitido ya que estaban de fiesta los locatarios, hoy con tristeza lo digo las fiestas de antes en nada se parecen a las actuales.