CON PRECAUCIÓN: Hay de expropiaciones a expropiaciones

Por Sergio Mejía Cano

24 / Mayo / 2023

Al parecer la ocupación de un tramo de vía férrea de aproximadamente 120 kilómetros, por parte del gobierno Federal a través de las fuerzas armadas, seguirá dando mucho de qué hablar, debido a que gran parte dela Iniciativa Privada (IP) del país no les agradó esta acción gubernamental, ya que ahora en varios medios informativos y portales de internet se dice que no hay garantías jurídicas para la inversión en nuestro país por el fantasma de la expropiación, lo que ya se ha informado hasta la saciedad que, este movimiento por parte del Estado Mexicano no puede ser una expropiación.

El mismo presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lo dijo en su conferencia matutina del pasado lunes 22 de este mes en curso, de que solamente se expropia la propiedad privada y no la pública. Además, añadió el presidente AMLO que esta ocupación sí es en realidad por causa de utilidad pública y para beneficio social.

En medios informativos se ha dicho que esta ocupación del tramo de vías ferroviarias en el estado de Veracruz provocó la caída del valor de las acciones del Grupo México; pero en el programa Los periodistas en sinembargo.mx, en el portal de YouTube que conducen Álvaro Delgado Gómez y Alejandro Páez Varela, el pasado jueves 18 de este mes, informaron que Grupo México no era la única empresa afectada por la Bolsa Mexicana de Valores, sino que otras más y no precisamente por la ocupación de ese tramo de vía férrea, sino por una caída de la Bolsa a nivel nacional y mundial; que haya coincidido con dicha ocupación de ese tramo de fía de Ferrosur por parte del gobierno mexicano fue, casualmente, pura coincidencia.

El mismo AMLO reconoció el día de ayer martes en su conferencia mañanera que en su administración sí ha habido expropiaciones, que van un poco más de 100, debidas precisamente a la construcción del Tren Maya y ahora en el estado de México para el ferrocarril suburbano.

Ahora bien: expropiaciones por causa de utilidad pública las ha habido desde principios del siglo XX, porque antes eran viles despojos de tierras; sin embargo, para darle un matiz más amable, con la Constitución Política de 1917 a esos despojos de terrenos se les llamó expropiaciones por causa de utilidad pública.

El problema es que la utilidad pública jamás se vio ni se dio para el pueblo y menos para los que perdieron sus predios por esta causa, pues la utilidad se dio más bien para pequeños grupos empresariales y políticos. ¿Cuántas hectáreas se han llegado a expropiar por causa de utilidad pública para la creación de grandes emporios turísticos, jardines industriales, campos agrícolas, construcciones de presas hidráulicas, etcétera? ¿Y acaso la utilidad pública les llegó a los legítimos y ancestrales propietarios de esas hectáreas decomisadas?

Hasta antes de la llegada de los españoles a esta parte del continente, se supone que los dueños de las tierras eran los nativos; sin embargo, después de esta terrible invasión comenzaron a aparecer los grandes terratenientes, curiosamente la mayoría europeos o criollos; pero ya jamás los antiguos dueños formaron parte de grandes latifundios. Esto da a entender que, hoy en día, todas esas propiedades de extensas hectáreas de terrenos son producto de un vil despojo y si bien hubo alguien que posteriormente las compró de buena fe, el origen de la propiedad de esas enormes extensiones de terrenos, siguen siendo producto de despojos derivados de una cruenta invasión.

Hoy en día aún hay pleitos por falta de pagos de terrenos expropiados por causa de utilidad pública. Campesinos de determinado lugar siguen exigiendo un pago justo por sus tierras en donde se construyeron aeropuertos, grandes cadenas hoteleras, jardines industriales y jamás han llegado a un acuerdo y si se llega, no siempre quienes ganan son los antiguos propietarios, sino los intermediarios que, la mayoría de las veces trabajan más para los invasores que para los antiguos propietarios.

De estos despojos no han sido exentos infinidad de campesinos que una vez fueron beneficiarios por la Reforma Agraria, pues con modificaciones a las leyes, a muchos campesinos los ilusionaron que vendiendo sus parcelas se verían más beneficiados que andar sembrando y, ¿qué pasó? Pues que esos campesinos se convirtieron en trabajadores de sus anteriores parcelas; pero ahora trabajando para un patrón terrateniente o en el peor de los casos, tenerse que ir a buscar el sueño americano, abandonando su terruño del que alguna vez fue su legítimo propietario.

Sea pues. Vale.