En el Asilo de ancianos muere Demetrio Ziordia, pandillero de la década de los 70 s

ERA HIJO DEL INMORTAL DEL BEISBOL LUIS MOLINERO MONTES DE OCA

14 / Noviembre / 2022

José María Castañeda

Ante la noticia dada a conocer en sus redes sociales por el comunicólogo, mi amigo Jesús Narváez sobre la muerte en el asilo de ancianos que preside la altruista dama Lupita García Sánchez, mi vecina a quien estimo profundamente sentí un vuelco en el corazón recordando pasajes de la vida de quien fuera uno de los más temibles pandilleros, Enrique Montes de Oca a quien desde la niñez lo apodaron el Pititos.

Hijo de un inmortal del beisbol mexicano, el veracruzano Don Luis Molinero Montes de Oca, Pititos vivió su infancia en la calle Degollado en las faldas del milenario cerro con su dragón encantado que custodia el huerto de las naranjas de oro reza la vox populi, comenzando desde su mocedad a practicar el deporte del físico culturismo dedicándose de lleno a la vagancia diría en pláticas con el reportero Rosendo Orozco, a la postre su tío por la línea materna por lo que con el ejercicio que practicaba y a su casi un metro con 90 centímetros de estatura, por sus constantes pleitos con jóvenes de otras colonias pronto alcanzó notoriedad entre otros jóvenes que pretendían imitarlo, sin embargo y aquí voy a mencionar a otro personaje ya desaparecido Ramiro el Rebelde Macías Madera, quien solía decir ya en estado de embriaguez, Ramiro Macías en Santiago solo hay uno, solo hay uno, así mismo solo había un pititos Montes de Oca., y este era Enrique, quien al paso de los años cambió su residencia a Guadalajara donde se estableció por algunos años viniendo a Santiago a las fiestas de mayo, y a las fiestas decembrinas.

En Guadalajara continuó con su vida desordenada llegando a ser líder de una pandilla en el barrio de Oblatos, donde me confiaría en una entrevista que le hiciera en la esquina de Hidalgo, y 20 de Noviembre donde se instalaba a vender sus cachitos de lotería, que debido a los retos que se hacían entre jefes de pandillas donde varias ocasiones en las mismas por lo que en el tema dijo que invitaba a los jóvenes a no seguir su ejemplo, ya que como en las películas del oeste, siempre habrá alguno que quiera ser mejor que tú, Allá conocí a una gitana muy guapa de ahí que entre pandillas comenzaron a identificarme como el gitano apodo que la verdad me gustó con Shamanta quien fue el amor de mi vida, viví una etapa maravillosa hasta que fue a su condición de gitana me abandonó para continuar con su habitual ritmo de vida, sin embargo siempre la quise y para perpetuar su nombre a muchos como saludo les decía Shamanta.

En una de las tantas vivencias que tuve en Guadalajara narró, tuvimos la mala fortuna de robarnos una camioneta propiedad de unos laboratorios del gobierno federal en cuyo interior había substancias radioactivas por lo que aquello se volvió un escándalo nacional, interviniendo todas las instancias de gobierno incluyendo al ejército mexicano, Por lo que en pocos días por más que nos escondimos fuimos detenidos y recluidos en la penal de Oblatos, saliendo nuestro rostro en las principales portadas de los periódicos dedicados al morbo como casos de Alarma, etc.etc. estuvimos un par de años encerrados en la penal hasta que se comprobó que el robo lo hicimos como pandilleros no como terroristas, por lo que pagando una multa salimos en libertad, de ahí me vine de nuevo a Santiago donde continúe con mi vida silenciosa pero ya con 3 rayitas menos al paso de los años las enfermedades comenzaron a mellar mi cuerpo tuve un acceso en uno de mis testículos, me operaron luego sufrí la amputación de uno de mis pies. Mi familia ante la muerte de mi madre primero y después de mi padre se desintegró unos se fueron a vivir a Monterrey, yo la verdad me quedé en Santiago, donde me dedique a vender cachitos de lotería, durmiendo aquí en el portal González, hasta que recibí la invitación de Lupita García, a quien tengo mucho que agradecerle para que me internara en el asilo, donde estuve por algunos meses Pero yo como las águilas al no estar acostumbrado a vivir en cautiverio, preferí salirme para vivir de nueva cuenta en la calle hasta que mi situación física mermó de manera considerable, por lo que decidí volver a refugiarme en el asilo de ancianos Demetrio Ziordia Cazares, donde finalmente murió el pasado viernes en la madrugada, descansa en paz amigo Pititos y que en el más allá encuentres el descanso que en vida no encontraste, su cuerpo fue velado en funeraria San Rafael y su cuerpo sepultado en el panteón Hidalgo de su natal Santiago Ixcuintla.