REDESCUBRIENDO: El 68 en México.

Por: José Miguel Cuevas Delgadillo.

02 / Octubre / 2018

El 68: así denominado en México por la mayoría de los especialistas a la matanza de estudiantes ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la plaza de las tres culturas. Sin duda, una fecha particular en diferentes ciudades de Europa y Estados Unidos. Manifestaciones masivas de estudiantes en Paris, Nueva York, pasando por Checoslovaquia, Polonia y Rumania. La intervención de los Estados Unidos en Vietnam generó polémicas y desacuerdos radicales. Se enarboló la bandera del socialismo: la no explotación del hombre por hombre, no a los gobiernos opresivos, no al militarismo y las ideas de Marx, Lenin, Mao Tse Tung y el guerrillero argentino Ernesto Che Guevara. Una conciencia de cambio, la libertad de expresión, la democratización de las instituciones; sobre todo las políticas fue la propuesta de los participantes. Las ideas e interpretaciones del socialismo fueron el principal fundamento para buscar una dirección diferente en los países opresivos. En México las posturas del Che Guevara y el triunfo de la revolución cubana, aunado a la realidad social vivida en nuestro país, inspiraron a miles de jóvenes universitarios a salir a las calles.


La autocrítica mexicana en palabras de Octavio Paz, se gestó alimentada por un régimen totalitario y absoluto. Los jóvenes involucrados en las manifestaciones estaban impregnados por la idea de reformar, con base en la ideología marxista de la igualdad, la forma de gobierno en México. El movimiento organizado deseaba cambios significativos en la estructura política y social. La revolución de 1910 en nuestro país generó expectativas y esperanzas, sin embargo, dichos anhelos se desmoronaron con el partido oficial que se adjudico el el triunfo de la revolución y se asumió como el principal actor político que conduciría la transformación del país planteadas por el movimiento de lucha popular. Pero todos sabemos que el fracaso fue rotundo. Se planteó la modernización de un país desgastado por el autoritarismo y la opresión unipartidista. Desde luego, 1968 fue la gran oportunidad para transformaciones sociales y políticas necesarias en nuestro país.


En este sentido, las ideas asumidas por los participantes de las manifestaciones, plateaban, entre otras, la igualdad y el respeto a las garantías individuales, la importancia de la democracia y la permanencia de un régimen de crítica al gobierno opresor. Dichos planteamientos sacudieron los cimientos de varios países a nivel mundial. El socialismo reinterpretado propuesto por los líderes del movimiento estudiantil jugó un papel preponderante en las protestas y discursos pronunciados. Sin duda, la sombra de los máximos exponentes de la izquierda socialista en el siglo XX se propagó en medio de las manifestaciones, a través de fotografías gigantes, pintas, discursos y consigas. El socialismo deseaba quedarse y aumentar su influencia. Su asentamiento brillaba en países como China, Cuba, Vietnam, Corea, la URSS y otros más en Europa. En América, Fidel Castro y Ernesto Guevara de la Serna pretendían aumentar las sedes para una ideología que encontraba más simpatizantes y activistas. Las ideas, pues, socialistas engendraron la semilla para un cambio en nuestro país que seguimos esperando.


El 2 de octubre no debe olvidarse; pero debe seguir inspirando para mantener la esperanza de una reforma de fondo que permita a nuestro país ejercer una democracia plena (sin tantos partidos), sin el demonio de intereses políticos y una visión centrada en el respeto de los derechos humanos. El 2 de octubre no se debe olvidar; pero debe inspirarnos a seguir protestando y reclamando un México diferente. Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador esta esperanza se aviva de que la decadencia política termine e inicie una nueva época justa y humanista.

A cincuenta años de la masacre del 2 de octubre se concluye lo siguiente:


1. El autor intelectual de la masacre fue el entonces Secretario de Gobernación Luis Echeverría Álvarez.

2. Luis Echeverría le mostró unos supuestos informes de inteligencia estadounidense en donde se aseguraba que el movimiento estudiantil era dirigido por agentes infiltrados del Partido Comunista de Rusia y Cuba.

3. La solución que le propuso Echeverría al presidente Díaz Ordaz ante el supuesto complot comunista fue la pronta movilización del ejército para reprimir al movimiento, antes de que se llegara la fecha de la inauguración de los juegos olímpicos.

4. Hoy se confirma la teoría de que Luis Echeverría ordenó la instalación de francotiradores en diferentes puntos de los edificios de la plaza de las tres culturas para que dispararan al contingente del ejército y así, provocar que los soldados creyeran que los estudiantes iban armados y justificar la reacción del ejército.

5. Se confirma que el Secretario de Gobernación fue responsable de la creación del Batallón Olimpia para torturar, desaparecer y asesinar a estudiantes participantes en las marchas del 2 de octubre de1968.

6. Gustavo Díaz Ordaz ante la presión de la proximidad de los juegos olímpicos, las diferentes manifestaciones que se estaban dando en diferentes países de Europa, el repudio mundial de la intervención estadounidense a Vietnam y su firme creencia de que debía defender la soberanía del país de la invasión comunista, motivaron su decisión de reprimir a los estudiantes, confiando en los informes de su Secretario de Gobernación.


Cualquiera que haya sido la motivación del presidente Ordaz, la masacre del 2 de octubre de 1968 fue un horror.Hasta la próxima. redescubriendo@hotmail.com