Continúan los macabros hallazgos en el municipio tabaquero

05 / Julio / 2017

Por José María

Castañeda

Santiago Ixcuintla.- Continúan las muertes violentas en el tabaquero municipio, luego que ayer ya casi para cerrar la edición de Gente y Poder fuimos enterados de una fuerte movilización de personal de la Secretaria de Seguridad Pública, personal de la Fiscalía, agente MP y personal de los Servicios Médicos Forenses, esto a la altura del puente del Caimanero; por la carretera que conduce al poblado de Estación Yago.

En ese sentido fuimos informados que por una de las brechas se encontraba el cuerpo sin vida de una persona del sexo masculino, cuya identidad se desconoce, mencionándose que la edad probable de la persona fallecida es de entre 55 y 60 años, vistiendo a la hora de su muerte una camisa a cuadros, con un tatuaje en el brazo izquierdo con la leyenda de Trujillo, siendo muy probable la causa de su muerte el atropellamiento de parte de algún vehículo en movimiento. Sin embargo lo que es un verdadero misterio es el hecho de que, ¿quién pudo arrastrar el cadáver hasta la brecha? ¿O si pudo la persona luego de haber sido atropellada arrastrarse hasta el lugar en donde fuera encontrado?

Lo cierto es que no se observaron manchones de sangre, si es que el sujeto cuya identidad es un misterio, por donde presumiblemente se arrastró para recibir ayuda, lo cierto es que luego de que fuera descubierto por personas que pasaban por el lugar dieron aviso a la autoridad correspondiente, tocándole ahora al personal médico forense dictaminar las causas del fallecimiento del ahora occiso, cuyo tatuaje en el brazo con la leyenda Trujillo puede ser la causa de su identificación posterior. Por lo pronto el agente del MP, luego de levantar su informe, ordenó el levantamiento del cuerpo para que fuera trasladado a una sala de necropsias de la calle Zaragoza, donde se determinará, luego de la autopsia de ley, la verdadera causa de su fallecimiento.

Y bueno, con tanta muerte violenta los Santiaguenses estamos perdiendo la capacidad de asombro, luego que ahora nuestros lectores opinan que si no hubo muertes que comentar en las páginas de los diarios, que entonces no sirven, vean pues las reacciones de nuestros lectores.