Culpable, culpable señor

* Ignacio enfrenta cargos por el homicidio de Ena Xitlalhi Alperte Chávez, registrado el domingo en Xalisco, y señala: no hay mucho que declarar.

05 / Julio / 2017

Por Oscar Verdín Camacho

Ignacio arrastra la voz y pronuncia similar a un murmullo: culpable

El juez César Octavio García Torres lo mira detenidamente e Ignacio repite, otra vez en tono bajito: culpable señor

El asunto es que el juez le había pedido que consultara con sus abogados públicos si declararía sobre los cargos que pesan en su contra, pero si no lo hacía el silencio no sería usado en su contra.

Le explicó que si declaraba tendría que pasar a otro escritorio, un lugar especial para ello.

Una abogada le habló en corto pero Ignacio enterró la cabeza entre los hombros. Agachó la mirada unos segundos. Algo dijo, pero imperceptible.

- ¿Va a declarar o a guardar silencio? – insistió la autoridad judicial-.

- No hay mucho que declarar.

A su lado, la defensora externó en voz alta lo que sugería a Ignacio: se le pide que se reserve el derecho a declarar.

Y fue lo que él hizo: a reservar el derecho.

Minutos después de las cuatro de la tarde dio inicio la audiencia de formulación de imputación en contra del sujeto, como probable responsable de homicidio calificado en agravio de Ena Xitlalhi Alperte Chávez, de 19 años, registrado la madrugada del domingo dos en su domicilio de Prisciliano Sánchez número 22, en Xalisco.

De unos 30 años o más, de 1.75 metros como estatura aproximada, de complexión media, el cabello con corte casi a rape y con canas dispersas, en los brazos de Ignacio se asoman tatuajes. Se le nota una barba delgada, de esas que son cuidadas. Junto a él, de pie permaneció un policía estatal en vigilancia constante, mientras otros dos agentes completaron la seguridad en la sala con cupo lleno; lo mismo asistieron funcionarios de la Fiscalía General del Estado, que del Poder Judicial.

La audiencia partió de la formulación de imputación puesto que el individuo fue puesto a disposición en cumplimiento a una orden de aprehensión.

Sentada al lado de dos agentes del Ministerio Público y de un asesor de víctima, asistió una hermana de la ahora occisa. Separada unos siete metros de Ignacio, lo veía con una mezcla de coraje, con la impotencia marcada en su cara.

Según la narración ministerial, alrededor de las 0:30 horas del domingo Ena Xitlalhi se dio cuenta que su vecino Ignacio brincó al patio de su casa. Era acompañada por su hijo de año y medio. Envió un mensaje de voz a una persona solicitando auxilio. Ignacio pateó la puerta e ingresó a la casa. Condujo a Ena a su recámara, la golpeó, le produjo heridas cortantes en el cuello, en el tórax anterior y posterior y en el hombro izquierdo. La muchacha murió desangrada.

Fue explicado que Ignacio se llevó el cuchillo, el celular de Ena y su cartera con diversos documentos, estos últimos posteriormente localizados en el interior de la casa de él.

Se habló de las agravantes de ventaja, alevosía, crueldad, ensañamiento. Se le identifica como autor material directo del homicidio.

Pero Ignacio no quería hablar. Si, contestó cuando el juez le preguntó si conocía sus derechos; si, en cuanto a la aceptación de sus abogados públicos; reservados, respecto a sus datos personales; 72 horas, para ampliar el plazo de la audiencia de vinculación a proceso.

Así, el juez anunció que esa audiencia tendrá lugar el jueves seis a las 13:30 horas. Y como era de esperarse por el tipo de delito, como medida cautelar se resolvió la prisión preventiva, recluido en la penal de Tepic por el tiempo que dure el juicio.

¿Alguna duda?, le preguntó el juez.

Ninguna.