La plaza Principal, entre la música, el amor y la pobreza

29 / Junio / 2017

Por Oscar Verdín

Camacho

En la plaza Principal de Tepic es cada quien a lo suyo.

Afuera de la Presidencia Municipal de Tepic, decenas de jubilados realizan una manifestación y reclaman el pago de prestaciones. Hay cartulinas con escritos en contra del alcalde David Guerrero.

A unos 30 metros de ahí, dos hombres –uno mayor de 70 años y el otro de unos 40- platican al mismo tiempo que, frente a ellos son tocados el acordeón, la tarola y el tololoche. Tres hombres cantan:

Vuela, paloma blanca vuela/dile a mi amor, que volveré

Hay quienes van a la plaza para darle grasa a los zapatos. O simplemente a platicar. O amorosas madres que toman fotografías a sus hijos junto a los pichones que nunca faltan. Hay ancianos que parecen tener un lugar apartado en la plaza y ahí se les ve todos los días, hasta que mueren.

Sentado en una de las jardineras, a un señor de más de 70 años se le nota en plan galán. Es obvio. Parece soltar palabritas que siempre terminan con sonrisa y ofrecidas a una mujer de unos 55 que está de pie, a su lado, visiblemente encantada con un suave meneo en su cuerpo.

El señor Luis Ramírez ronda los 67 años. En la juventud fue carbonero y también en la juventud aprendió a tocar guitarra.

Ahí se le ve, con su vihuela afuera de un pequeño restaurante que colinda con la plaza, cantando Un día a la vez.

Vive en la colonia Prieto Crispín y en las últimas semanas ha trabajado más, no sólo en las mañanas sino en la tarde, porque necesita dinero debido a una reciente operación de hernia a su esposa. Hay que comprar medicina.

Dice que con frecuencia trabaja en la plaza, pero también visita otras zonas de Tepic. Se va caminando por la avenida Zapopan hasta llegar a la colonia Reforma, siempre tocando afuera de pequeñas fondas.

Agrega que ahora ya no levanta ni un bote de 10 kilos, por lo que la música le da para vivir.

Y en medio de todo ello la pobreza extrema de muchos. Personas que deambulan, buscando encontrar comida entre la basura.

Así el día a día en la plaza Principal, cuya rutina se rompe de vez en cuando con algún aguacero.