Despiden con el llanto de las sirenas de las ambulancias a la enfermera Yadira González

29 / Junio / 2017

Por José María Castañeda

Santiago Ixcuintla.- La mañana de ayer se vivió un momento triste ante el paso de las ambulancias de las instituciones médicas de Santiago, que con la sirena abierta anunciaban el paso del féretro donde iba el cuerpo de la enfermera Yadira González, quien fuera encontrada muerta en su domicilio particular de la colonia Ojo De Agua en la ciudad capital.

Yadira González, pese a que tenía su residencia en Tepic, era originaria de Villa Hidalgo, luego que su tío era el ex regidor y actual director en aquella Villa del OOMAPAS Manuel González, y laboraba hasta el momento de su deceso como enfermera en el Seguro Popular de esta ciudad donde se significaba por su trato amable para con los pacientes y con sus compañeros de trabajo. La Joven, según el dictamen de las autoridades y peritos de la fiscalía, murió al parecer debido a una sobredosis de una anestesia, aún que, sin confirmarlo el reportero, hubo comentarios que presentaba signos de violencia en su cuello y sangraba de las fosas nasales. Aunque sobre esto último manifiestan los representantes de los servicios médico forense que el sangrado pudo ser a causa de la ingesta del anestésico.

Pero retomando el tema inicial el cuerpo de la desafortunada enfermera fue recibida a la entrada al Seguro Popular por una gran valla de trabajadores de la institución, quienes al momento de ver el féretro de madera de manera espontánea comenzaron a tributarle una salva de aplausos y luego de darle su último adiós procedieron al pase de lista. Escapando algunas lágrimas rebeldes de las cuencas visuales de sus compañeros, quienes antes de partir de nueva cuenta no sabemos si a Tepic o a Villa Hidalgo para entregar sus restos a la madre tierra, soltaron infinidades de globos blancos quienes se perdieron en la inmensidad del cielo al igual que el alma de la desafortunada santiaguense.

Descanse en paz, Yadira González, a quien no tuvimos la dicha de conocer; pero al ver la espiritualidad de su rostro consideramos que fue una buena hija, una buena esposa, y una mejor compañera.