LAS HOJAS SUELTAS DE LA POLÍTICA: Incertidumbre ante posible gobierno autoritario en los Estados Unidos

Trinidad Espinosa M

10 / Noviembre / 2016

Una vez más se recrea la ideología del autoritarismo y el nacionalismo enfermizo. Bien dice la sentencia popular que el único animal sobre la faz de la tierra que suele tropezarse dos veces o más con el mismo objeto es el ser humano. Filosofía popular que se confirma con lo que acaba de suceder con el resultado de las elecciones presidenciales en el vecino país de los Estados Unidos de Norteamérica.

Un personaje salido del sector más brutal y despiadado de la sociedad estadounidense, los capitanes del Capitalismo Salvaje, se alzó con la victoria electoral del país más poderoso del Mundo. Y pronto se asumirá como el líder de la potencia número uno en la economía global y en el poder armamentista, con los riesgos que ello implica para la estabilidad económica y la paz de su propia nación y de los diversos pueblos del Mundo.

En este momento no queda otra que confiar en los sólidos principios de libertad, democracia y justicia en que se sostienen las instituciones políticas del poderoso vecino del norte; en los pesos y contrapesos que han caracterizado el ejercicio del poder político por medio de una efectiva y eficaz división de poderes.

Confiemos en que los ciudadanos estadounidenses y sus representantes políticos sabrán contener como en otras ocasiones lo han hecho, los exabruptos y actitudes beligerantes de sus gobernantes; que no permitirán la asunción y el imperio de un presidencialismo autoritario e intolerante.

Mientras tanto en México los mexicanos hagamos lo que nos corresponde para evitar intromisiones y agresiones que atenten contra la dignidad del país y de sus instituciones; la mejor forma de hacerlo es manteniendo la unidad dentro de nuestra diversidad, privilegiando los consensos y los acuerdos en el ejercicio del poder y en la toma de decisiones, a fin de presentar un frente unido de ciudadanos y gobernantes ante cualesquier apetito imperial que pudiera sentir la ambiciosa tentación de violentar nuestra libertad, independencia y el indeclinable derecho a la autodeterminación de nuestros asuntos internos.

Esperemos que el discurso de campaña del ahora presidente electo de los Estados Unidos solo quede en eso, y que prevalezca la racionalidad y el respeto entre naciones cuya vecindad los obliga a mantener una sana y positiva relación bilateral en beneficio de ambas naciones.