Líquido seminal en falda, prueba de tentativa de violación contra ex pareja

* Y de rato en rato, los dos protagonistas de esta historia se veían de reojo

10 / Octubre / 2016

Por Oscar Verdín Camacho

El peritaje químico en la falda de la mujer concluyó la existencia de líquido seminal. En la lucha con su ex pareja no consiguió penetrarla.

Lo sucedido el 30 de septiembre y ventilado en una audiencia de juicio oral, muestra un ambiente complicado en quienes durante algunos meses fueron pareja.

A él se le ha iniciado un expediente como imputado por el delito de violación en grado de tentativa. Ella tiene dos hijos menores de edad, de una primera relación.

Precisamente la existencia de los menores permite ir más allá de lo ocurrido esa tarde en un domicilio en Tepic: no fue sólo el intento por la relación sexual, sino que ello se produjo en presencia de uno de los menores y fue éste quien salió de la casa para pedir ayuda. Dos hombres que se encontraban cerca acudieron al llamado. Más tarde llegó un grupo de policías.

Durante la audiencia, dirigida por el juez César Armando Ramírez, el sujeto –que continuamente movía la cabeza en sentido negativo- permaneció esposado y se explicó el por qué: en diligencias anteriores se había mostrado agresivo. Dos policías estatales permanecieron cerca de él.

Del otro lado en la sala se encontraba la mujer ofendida, junto a una agente del Ministerio Público y una asesora. Abajo de la nuca le era visible un tatuaje grande.

De rato en rato, los dos protagonistas de esta historia se veían de reojo.

Lo leído en la audiencia pública ilustra un ambiente difícil: se conocieron hace escaso medio año, dos meses después empezaron a vivir como pareja. Hubo violencia hacia ella y al mes se separaron. Pasó un tiempo y él quiso volver, hasta lo sucedido el 30 de septiembre.

Dictado el auto de vinculación a proceso por tentativa de violación, el juez concedió plazo de un mes para el cierre de la investigación complementaria.

A orientación de la defensa pública, el imputado no emitió declaración. No, nada, respondió cuando se le cuestionaba si tenía algo que decir.

Hay una parte en la que conviene insistir: la gravedad de lo sucedido no sólo en la mujer, sino en presencia de su menor hijo. Es decir, sobra imaginar lo que podría ocurrir a los menores si la relación de pareja hubiera continuado.

Y es que, se ha insistido en anteriores publicaciones, generalmente el agresor sexual de menores es conocido y convive con ellos.