Asesinatos de agentes de tránsito, fueron por nada

* La audiencia se inició contra tres sujetos: dos hermanos imputados por el delito de homicidio, y otro individuo por encubrimiento

23 / Septiembre / 2016

Por Oscar Verdín Camacho

Retirando las lágrimas del rostro, las viudas de los agentes de tránsito estatal Oscar Vizcarra Verdín y Marco Antonio Perales Aguirre asistieron este jueves a la audiencia inicial en contra de los hermanos José Javier y Apolinar, presuntos responsables de los homicidios registrados el sábado 17 en la carretera costera, entre Aticama y playa Los Cocos, municipio de San Blas.

Acompañadas por un asesor de la víctima asignado por el juzgado, el rostro de las señoras anunciaba una profunda tristeza, una conmoción y el estar ahí a unos de metros de quienes, según la Fiscalía General del Estado (FGE), mataron a sus esposos simplemente por nada.

Transcurrido el formato de rigor, la identificación de las partes y la explicación del juez de control Rodrigo Benítez Pérez para que los imputados consultaran con sus defensores o con él cualquier duda que tuvieran, la audiencia en el expediente 992/2016 permitió, en voz de uno de los fiscales del caso, la reconstrucción de lo sucedido:

Entre las 12 y dos de la tarde del ese sábado, Vizcarra y Perales circulaban en una patrulla de Tránsito del Estado cuando detectaron un vehículo Ford tipo Expedition color verde que sólo traía la placa trasera. Era conducida por José Javier y lo acompañaban su esposa, su hermano y más personas, entre ellos cinco menores de edad, hermanos y primos entre si.

Los agentes marcaron el alto a la unidad y José Javier descendió, entrevistándose con Perales, que habría solicitado los documentos del carro. José Javier regresó a la Expedition y comentó del problema. Entonces Apolinar también descendió y volvieron a entrevistarse con los agentes. Aparentemente, por el origen incierto del vehículo, les sería recogido. Entonces Apolinar le pidió a su hermano que regresara a la camioneta, donde guardaban una pistola calibre nueve milímetros.

Así, momentos después José Javier regresó para disparar, primero contra Vizcarra, y después a Perales, cuando ambos se encontraban dentro de la patrulla. Los balazos fueron a través de la ventana del lado del conductor.

Según la representación de la fiscalía, los ocupantes de la Expedition presenciaron los hechos y son, de hecho, algunos de los testigos para fortalecer los cargos.

Los citados hermanos deben oscilar por arriba de los 30 años. Otro individuo, también acompañante ese día, es imputado del delito de encubrimiento de homicidio.

Ninguno de los tres aceptó rendir declaración sobre lo acontecido, pero solicitaron la ampliación del término constitucional de 144 horas para que se decida el auto de vinculación a proceso, el lunes próximo.

Si en el caso de los hermanos era obvio, por el delito de homicidio, que se decidiría la prisión preventiva, es decir, su reclusión en la penal de Tepic, la situación del otro individuo sí generó debate aunque al final Benítez Pérez se pronunció de forma similar.

Al principio de la audiencia, en que se especificó que se dictó una orden de aprehensión, José Javier se quejó de que en la penal no se le permitía una llamada por teléfono para conocer la situación de su esposa e hijos. Me cobran la comida, me cobran todo, no tengo ni un peso. Mi esposa y mis hijos estuvieron detenidos y no sé cómo se encuentran. Si pido una llamada, me dicen que estoy ‘congelado’, no he comido

A la queja se sumó Apolinar en la parte final de la audiencia que, apenas concluyó, un auxiliar de la sala de juicio oral les solicitó un número de teléfono para en ese momento efectuar la llamada, a indicación del juez.