Iban a ponerle una golpiza y los recibieron con una pistola

* Los hermanos Aguayo Saucedo entran al domicilio de Lucio Antonio García a golpearlo; solo que éste saco de entre sus ropas una pistola y

22 / Febrero / 2016

Por José María Castañeda

Santiago Ixcuintla.- Donde se armó la rebambaramba fue en el poblado de Amapa cuando tres sujetos entraron al domicilio de Lucio Antonio García Preciado ubicado en calle Ignacio Cuate Martínez, esquina con toril, para agredir a Lucio Antonio García Preciado, de 32 años de edad, quien al ver amenazada su integridad física sacó de entre sus ropas un arma de fuego misma que accionó en contra de Agustín Aguayo Saucedo, de 22 años de edad a quien lesionó en un pie.

Sobre el incidente ocurrido en el poblado antes referido, se sabe que Lucio Antonio se encontraba en el patio de su domicilio cuando arribaron los hermanos Aguayo Saucedo, Agustín y Luis Carlos, además de otra persona hasta el momento no identificada, quienes a ladrillazos agarraron a Lucio Antonio, quien repeliendo el ataque sacó una pistola que llevaba fajada a la cintura y le propinó un balazo en uno de los pies a Agustín, accionando el arma en cuatro ocasiones más, cosa que alarmo al vecindario. Afortunadamente la cosa no pasó a mayores, por lo que familiares tanto de García Preciado -quien lucía una enorme alcancía en la cabeza por donde manaba una gran cantidad de sangre-, y Agustín fueron llevados, uno al Seguro Popular y el otro al IMSS, quedando ambos en calidad de detenidos y a disposición del agente del ministerio público adscrito a la mesa número 1 de esta ciudad.

Y pues mal comienzan las cosas cuando se dan estos hechos donde salen a relucir las pistolas, estando en vísperas de la festividad anual en honor al señor San José, tomando en cuenta que las fiestas en Amapa son al igual que en Santiago con una duración de 15 días, por lo que parodiando al poema inmortal para los santiaguenses que reza en uno de sus fragmentos a la feria de Santiago, lleva puñal encendido, asimismo a la feria de Amapa acude no con un puñal encendido, sino con dos puñales; en el buen sentido de la palabra.