CON PRECAUCIÓN: El síndrome Xicoténcatl el joven

Por
Sergio Mejía Cano

04 / Diciembre / 2015

Más les valdría todos los que se dicen líderes sindicales de los burócratas, ya sean pseudo o legítimos a mejor unirse en vez de estarse peleando entre sí llevándose entre las patas a los agremiados, que son los que prácticamente la están llevando. Así que estas personas que se apoyan en una parte de la base trabajadora para tener sus cinco minutos de fama, deben de entender que el embate es en contra de todos los sindicatos del país que aún representen alguna incomodidad para el gobierno federal. Y deben tener presente siempre en mente, aquello tan eficaz de divide y vencerás.

Para mucha gente, de acuerdo a la historia prehispánica y posterior, a los tlaxcaltecas los han tildado de traidores por su presunta alianza con los españoles para vencer a sus acérrimos enemigos, los Mexicas; alianza a la que de acuerdo a la historia, Xicoténcatl el joven se opuso terminantemente con la razón o vaticinio en este caso, de que una vez que se venciera a los mexicas, los españoles los iban a avasallar a ellos mismos, los tlaxcaltecas, cosa que incomodó al senado y desde luego a su dirigente Xicoténcatl el viejo, porque no podían dejar pasar la oportunidad de deshacerse del yugo que significaban los mexicas en toda la vasta región de lo que hoy se denomina Mesoamérica, también conocida como el Anáhuac.

Justa razón tenía Xicoténcatl el joven, que por negarse a la alianza fue ahorcado, pues una vez dominados los mexicas en el último reducto que fue Tlatelolco, defendido hasta lo imposible por el tlatelolca Cuauhtémoc, los iberos también se siguieron con las demás naciones del entorno y por ende los tlaxcaltecas que por igual, pasaron a ser esclavizados como todos los demás nativos.

Esto viene a colación, porque si los del SITEM, el SUTSEN, Planilla Blanca y demás agrupaciones en contra de doña Águeda Galicia Jiménez, piensan que con hacerla a un lado y así desarticular al SUTSEM, ellos serán los ganones; para nada, pues al rato seguirán ellos a menos que se dobleguen a las exigencias que pretende el sistema: sindicatos blancos y que no sean para nada combatientes ni que pidan más conquistas laborales y que no digan nada si les quitan las ya obtenidas.

Así como los tlaxcaltecas vieron la posibilidad de quitarse de encima a sus opresores los mexicas aliándose con los españoles, igual se podría intuir que es lo que quieren quienes ahora están en contra del SUTSEM y por ende de su dirigente; sin embargo, una vez debilitado el SUTSEM, ninguno de sus opositores adquirirá la fuerza con la que hoy en día todavía cuenta, pues pasarán a ser doblegados en todos los sentidos.

He ahí al otrora combativo sindicato de los ferrocarrileros que en los años 1958-59 fueron a la huelga por no querer ceder el gobierno en turno a las demandas laborales de los trabajadores ferroviarios que, a fin de cuentas se ganaron varias de esas demandas como servicio médico y medicinas, hospitales dignos, y desde luego prestaciones laborales de pagos justos y turnos más humanizados y no esclavizados, creando un Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), con sus prevenciones particulares para cada especialidad; un contrato que consistía en cientos de fojas para poder contemplar infinidad de cláusulas para regir las labores obrero-patronales. Pero hoy en día todo acabó, pues aquellas conquistas laborales que se lograron a mediados del siglo pasado con persecuciones, encarcelamientos, despidos, desapariciones, sangre, y lágrimas, hoy han desaparecido, pues el nuevo CCT de la nueva empresa ferroviaria concesionaria, consta de no más de 36 hojas y con más obligaciones y responsabilidades para la clase trabajadora que para la patronal.

Bien se dice que Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar, y esto lo deberían contemplar los opositores al SUTSEM, pues bastaría con que echaran una mirada al sindicato del IMSS y ver que los trabajadores de nuevo ingreso ya no tienen las mismas prerrogativas que los más antiguos antes de la reforma de su CCT; y que echen una mirada a lo que les está ocurriendo a los trabajadores de PEMEX y próximamente a los de la CFE; pero sin ir más lejos, que nomás recuerden al sindicato del magisterio cómo está siendo debilitado para dar paso a una reforma laboral en donde ya no se generen derechos y que no haya jubilaciones patronales; que todo trabajador quede ya supeditado a las Afores y nada más.

Los ferrocarrileros hoy ya no son jubilados por la empresa y ningún trabajador tiene seguro su trabajo; igual será en todos lados.