ORGÍA

GEMINIS.- José Guadalupe Montes Gonzáles

02 / Marzo / 2015

y bien amor;
La noche se hace añeja
Y reina en el recinto lapenumbra
Con su aroma de acacias y de rosas.

Entrecierra la puerta, amada mía
Y corre las cortinas de tafetas
Descalza tus sandalias,
Que ya encendí las velas

Y en el bar hay dos copas
Pletóricas de amor que nos esperan

Desliza el negligé sobre tu espalda
Sin rubor ni temor,
Hasta tu vientre,
Que estamos solos ya
Y en tu aposento
Las sedas y satenes desesperan
Ansiosos de fundirnos
En su fuego ritual dulce y perverso

Mientras Tchaikovski
Entibia con sus notas el momento
Y nos une a la vez con su Vals de las flores
Y nos hará soñar

Sobre el tálamo azul en su desierto.
Acurrúcate aquí, sobre mi pecho:
Recorreré tu espalda con mis labrios hambrientos,
Hasta llegar al nido

Donde sueñan tus cándidas torcazas
Que ansiosas aletean
Pretendiendo alcanzar el infinito
De mi necio embeleso.

Acércate al diván
Toma tu copa;
El champan está presto burbujeante,
Brindemos por: tu amor
Y por el mío.

Agotemos la copa hasta las eses,
Nuestras manos trenzadas,
Nuestros labios sedientos,
Con los ojos errantes
En las sendas de todo lo perverso

Marquemos el compás bien abrazados
Hasta el cuello desnudos de argumentos
Las notas de este vals,
Uniendo nuestros cuerpos,
Reprimiendo el ardor
Que pugna por salir
Y nos hace vibrar de amor intenso.

¡Ya no me digas más!
Quedemos en silencio,
Dejemos retozar los pensamientos
Que el momento llegó
Y en el viajó Cupido
Flechando muy certero
Con el dardo mortal desde el abismo.

¡Detente de una vez, ya no bailemos!

Mi vaso rebosante se derrama
Y en tu boca hay un rictus muy extraño
Que humedece tus labios
Con la sabia candente del deseo.

Yo estoy igual que tú
Temblando,
Mi pasión se tornó necia lujuria
Y es justo que ambos dos
Trotemos sobre el potro
Mullido de tu tálamo
Entre almohadas y sabanas de encajes
Y sedas refulgentes como brazas.

¡Ya, déjame por fin!
¡Llegaré hasta la herida
De tus labios en flor y llamarada,
A confundirgimiendo
Ese dolor punzante en agonía
Mientras morimos henchidos de placer
Y de porfía.

Mientras Tchaikovski
Entibia con sus notas el momento
Que nos une a los dos
Con su Vals de las flores
Y nos conducirá
Extasiados de ardor
Al país misterioso
Y a la gloria perenne de los sueños
En nuestra bananal y en nuestra orgía
Que es flama agonizante
En nuestro encuentro.